¿Qué es el síndrome de Down?
Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares. Uno de estos pares determina el sexo del individuo, los otros 22 se numeran del 1 al 22. Las personas con síndrome de Down tienen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos que existen habitualmente; por ello, este síndrome también se conoce como trisomía 21.
El síndrome de Down no es una enfermedad. El efecto que la presencia de esta alteración genética produce en cada persona es muy variable. Como indican desde Down España, lo que sí se puede afirmar es que una persona con síndrome de Down tendrá algún grado de discapacidad intelectual y mostrará algunas características típicas de este síndrome.
¿Es diferente la salud de un niño con síndrome de Down?
La salud de los niños con síndrome de Down no tiene por qué diferenciarse de la de cualquier otro niño. Sin embargo, sí hay niños con síndrome de Down con patologías relacionadas con su alteración genética: cardiopatías congénitas, hipertensión pulmonar, problemas auditivos o visuales, anomalías intestinales, neurológicas, endocrinas… Estas situaciones requieren cuidados específicos y un seguimiento adecuado desde el nacimiento.
Mi hijo tiene síndrome de Down. ¿Y ahora, qué hacemos?
La inmensa mayoría de los padres con niños con síndrome de Down descubren que su hijo tiene esta alteración en el nacimiento. El choque emocional suele ser muy fuerte, y los sentimientos encontrados se agolpan: tranquilidad, enfado, ira, culpa… Es fundamental que los médicos y profesionales que atienden a la madre y el bebé en la maternidad ofrezcan a la familia información, recursos y apoyo para afrontar la nueva situación.
La web www.mihijodown.com, desarrollada por Down España en colaboración con la Fundación Mapfre, ofrece información actualizada y recursos para ayudar a los nuevos padres de niños con esta discapacidad. Las primeras preguntas, lugares a los que acudir por comunidades autónomas, ayudas económicas, la evolución del niño con síndrome de Down desde que es un bebé hasta la adolescencia… Si acabas de recibir la noticia de que tu hijo tiene síndrome de Down, es un buen punto de partida.