En las primeras semanas de vida del bebé puede observarse que el recién nacido sonríe, un gesto muy tierno que emociona mucho a los papás. Aunque parezca una sonrisa adulta, se trata de la llama primera sonrisa o sonrisa angelical, un movimiento de los labios producido por un reflejo espontáneo de corta duración y que muchas veces es incompleto.
Es muy común poder ver la sonrisa angelical cuando el recién nacido duerme o si acariciamos suavemente su mejilla. Cuando el bebé sonríe al dormir, el gesto es más bien una mueca refleja de la zona de la boca, pero que no produce arrugas alrededor de los ojos, como sí lo hace la verdadera sonrisa.
Estos reflejos de los recién nacidos se pueden experimentar ya dentro del vientre materno. Métodos como las ecografias 3D nos permiten poder observar la sonrisa angelical o primera sonrisa con claridad, una expresión que transmite paz y tranquilidad del bebé.
Con el paso de las semanas y el crecimiento del bebé el reflejo se transforma en una sonrisa que va ganando consciencia. Entre la 2ª y 8ª semana de vida del bebé empiezan a aparecer las sorisas sociales cuando este está despierto, pero no son selectivas.
Las sonrisas selectivas, dirigidas a una persona u objeto en particular, no aparecen hasta entre los 5 y 8 meses del bebé y van dirigidas a personas u objetos familiares para él. Estas hacen acto de presencia cuando el bebé ve mejor y empieza a fijar la mirada, a reconocer y donde empieza a socializar con el mundo que lo rodea.