El juego en niños de 1 y 2 años
A partir del año, el niño comienza a andar y a despegarse de papá y mamá, aunque sigue necesitando sentirles cerca. Necesitará descubrir el espacio que le rodea y conquistar la independencia.
Con 1 año nuestro hijo empieza a pedirnos lo que quiere con gestos y palabras sueltas. Alrededor de los 2 años ya es capaz de expresar su voluntad y desea tomar sus propias decisiones, aunque se frustre al no poder hacer todo lo que le gustaría.
Y es que los niños de esa edad quieren tocarlo todo, llegar a todos los rincones, mover cosas de sitio, hacer ruido… Ya son capaces de concentrarse en el juego y disfrutan imitando a los mayores.
Aparece la capacidad de representación
“En su segundo año de vida, el niño adquiere una capacidad nueva de trascendental importancia para su desarrollo: la capacidad de representar, que le permite salir del aquí-ahora. Ya dice lo que ha hecho o lo que va a hacer, imita algo que ha visto que no está presente, lo dibuja –con garabatos-, y "juega a hacer que", dándole a un objeto un significado distinto del propio en función de su semejanza”, explica Myriam García de Arboleda, Directora Psicopedagógica de las Escuelas Infantiles Nemomarlin.
“Este juego le introduce en la sociedad; a través de él descubre realidades, algunas muy lejanas (el hospital, la selva...). El ‘jugar-a-hacer-que’ le permite "jugar" con sus preocupaciones, expresándolas y buscando soluciones. Es una de las mejores formas de desarrollar el lenguaje. Cualquier cosa se puede convertir en otra”.