Hoy en día, la preocupación de los padres por el inglés de sus hijos es creciente. Un 62% de los padres españoles prefiere prescindir de sus vacaciones, del gimnasio o ir al cine antes que suprimir las clases de inglés de sus hijos, según una encuesta realizada a más 1.500 encuestados de todo el país. Por eso queremos presentaros la opción más efectiva para que nuestros hijos acaben hablando, escribiendo y entendiendo inglés.
Si el proceso de adquisición de la lengua materna se inicia en el momento en que el niño empieza a escucharla, ¿por qué deberíamos esperar a exponerlo a una segunda o tercera lengua si lo que pretendemos es que desarrolle una buena competencia?
Aprender inglés, cuanto antes, mejor. Eso es lo que pensó la filóloga Natàlia Perarnau cuando, hace 11 años, puso en marcha su propio método de aprendizaje de inglés, basado en un modelo de inmersión lingüística que incorpora el idioma en la vida del niño de forma natural desde una edad muy temprana.
En palabras de la filóloga y empresaria Perarnau: “después de ser madre, empecé a interesarme por el mundo de la estimulación temprana. Deseaba ofrecer lo mejor a mi hija y, en el caso del inglés, ¡no podía ser diferente! Viendo la inexistencia en el mercado de un producto de calidad para mis alumnos y a la vez observando cómo mi hija aprendía el inglés, el año 2003 decidí desarrollar y empezar a implementar mi propia metodología.”
¿En qué consiste esta metodología?
Una década después de su creación existen más de 180 centros Kids&Us, repartidos por España y Europa, quienes utilizan una metodología de aprendizaje del inglés basada en los juegos, las canciones, la interacción, las situaciones cotidianas y otras actividades estimulantes por grupos de edad. Los alumnos disponen de materiales únicos y exclusivos elaborados por un gran equipo pedagógico. La clave para aprender un idioma es conseguir la inmersión lingüística total, sin memorizar vocabulario, ni estructuras gramaticales.
El planteamiento de Kids&Us es que los bebés y niños convivan en un entorno favorable que los estimule para que adquieran el lenguaje tal y como lo harían en su propio idioma. Consiste, por tanto, en lograr un contacto con el inglés desde el primer día, sin adaptaciones ni omisiones, con el fin de que lleven a cabo un aprendizaje global del idioma. De este modo, interiorizan la gramática elemental del inglés de forma espontánea. Así son capaces de comunicarse y de tener una buena pronunciación. El objetivo es que desarrollen una buena comprensión oral, a pesar de no entender palabra por palabra, y encuentren más sencillo el aprendizaje del inglés de lo que nos ha resultado a sus padres.