El catarro, molesto para el bebé
Por -
octubre 09, 2013
0
Cualquiera puede sufrir un resfriado, incluido un recién nacido. Tal vez el bebé tenga suerte y no coja un solo catarro en su primer año, pues recibe anticuerpos a través de la placenta, y la leche materna también aporta anticuerpos contra las enfermedades y es la mejor vacuna. Pero también puede que pase media docena de catarros, sobre todo si hay algún hermano mayor que traiga los virus de la guardería.
Es normal el desvelo de los padres. Un resfriado ordinario es ya de por sí muy molesto para un bebé. Los adultos podemos sonarnos la nariz y, si es preciso, respirar por la boca; sin embargo, los bebés no pueden limpiarse la nariz y, cuando están chupando del pecho o del biberón, deben respirar a través de ella, o al menos intentarlo. Por cierto, la lactancia no debe interrumpirse porque la madre esté resfriada.
El tratamiento debe ser acorde a lo severo del resfriado y a cómo se sienta el niño. Si come y duerme con normalidad, probablemente no se pueda hacer otra cosa que esperar que el catarro siga su curso, y estar alerta ante cualquier cambio que pueda significar algo más serio.
No debemos esperar a que coja un resfriado para tener a mano las provisiones necesarias:
un termómetro;
un aspirador nasal;
suero fisiológico;
algunas gotas o supositorios cuyo uso esté recomendado por el pediatra para estas ocasiones.
Aliviar su congestión nasal
Si el tapón nasal del bebé dificulta seriamente su alimentación y su sueño se puede usar suero fisiológico (no precisa receta médica) para mejorar su respiración.
Nunca hay que usar gotas vasoconstrictoras: alivian de inmediato, pero tienen efecto rebote y en poco tiempo la mucosa está más inflamada que antes.
Las gotas y sprays descongestionadores tampoco se aconsejan para menores de seis meses; y aunque los hayan cumplido, lo mejor es que sea su pediatra quien recete el producto más indicado.
No se debe elevar la cabeza del bebé colocando una almohada para tratar de mejorar su respiración en el sueño. Puede crear un peligroso hueco a través del cual podría rodar. Es mejor elevar la cabecera de la cuna metiendo algo debajo del colchón.
Si las secreciones nasales son espesas se pueden extraer con un aspirador nasal. Lo ideal es hacerlo 30 segundos después de administrar las gotas de suero, cuando la mucosidad esté disuelta.