De la Cuna a la Cama

chino bravo
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Pasar de la cuna a la cama es una etapa clave para cualquier niño. Este importante paso depende de la madurez y el tamaño del pequeño. Aunque no hay una edad concreta para hacer el cambio, los dos años son una época muy buena para que tu hijo estrene su nueva cama.


En la cama el niño tiene libertad para levantarse y desplazarse por la casa, mientras que en la cuna sus movimientos son más limitados. Antes de dar este paso debemos asegurarnos de que nuestro hijo tenga unos buenos hábitos de sueño. Siempre que la cuna sea segura para el peso y el tamaño del pequeño, no tienes ninguna prisa. Lo ideal es esperar a que lo demande el niño, lo que suele ocurrir a partir de los dos años.

Si el niño empieza a escalar y saltar fuera de la cuna, te está haciendo saber que ha llegado el momento del cambio.
Al principio es interesante limitar la zona de su cama mediante unas barreras de seguridad o un sistema acústico que te avise si sale de su habitación. Los primeros días visítalo con frecuencia para que no se sienta encerrado.
La cama debe ser segura y amplia, no muy alta y sin esquinas salientes. Colócala lejos de ventanas y enchufes.
Cuando decidas que tu hijo tiene que ir a la cama, hazlo de un día para otro y transmítele tu alegría porque ya es mayor y, por tanto, merecedor de dormir en una cama. Ese día puedes organizar «la fiesta de la cama», en la que todos celebraremos el cambio y lo comentaremos con familiares y amigos.

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