La adquisición del lenguaje depende de la estimulación que recibe cada bebé y de su madurez, así que cada niño sigue su propio ritmo. De todas formas, si a ciertas edades el niño no ha alcanzado algunos hitos del lenguaje, puede ser necesario acudir al especialista.
¿Cuándo hay que consultar al pediatra o al logopeda?
Si a los 18 meses el niño todavía no ha dicho su primera palabra, podemos hablar con un logopeda. Este retraso en el lenguaje puede deberse a una falta de estimulación, pero también puede haber algún problema de audición. Con esta visita descartaremos cuestiones más graves, como el autismo, por ejemplo.
Si a los tres años no dice aún frases de al menos dos palabras, o su vocabulario nos parece muy escaso (a esta edad suelen saber entre 50 y 250 palabras), también es aconsejable consultar con un profesional que nos ayude.
Si a los cinco años emite muchos sonidos trastocados (la g por la b, por ejemplo), también conviene que acudamos a un logopeda. Puede que no haya identificado y "ensayado" suficientemente algunas consonantes (las más difíciles, normalmente) y por lo tanto no sabe emitirlas. Es bueno acudir al logopeda antes de que empiece a leer.