Al inicio de este mes (5° semana de embarazo) se confirma la presencia del embarazo, se acude, en general, al primer control médico y se solicitan los exámenes de rutina. Si no se tiene aún un médico tratante, es el momento de elegirlo, ya que en los próximos meses se deberá establecer una relación de mucha confianza e intimidad.
Aparecen ya algunas interrogantes e inquietudes con respecto a la capacidad de ser madre, de poder enfrentar esta nueva responsabilidad que implica criar un hijo. No se trata de jugar con un sobrinito, ni atender al hijo de una amiga, sino que, hay que cuidar del propio.
Durante este mes aparecen cambios conductuales y anímicos, en un comienzo bruscos y confusos para el entorno familiar, pero a medida que transcurren las semanas, van desapareciendo, o, al menos, se hacen previsibles y entendibles.
Esto ocurre especialmente en el primer embarazo, aún cuando en los subsiguientes también se esbozan, aunque son de menor intensidad y hay una mayor preparación del resto de los integrantes de la familia. Acá la tolerancia y el amor de la pareja son fundamentales para mantener la armonía en el hogar y apoyar a la futura mamá.
Se manifiestan ya algunos cambios fisiológicos, que son principalmente adaptativos para todo el proceso de cambios que se acerca: aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria; aumenta el volumen sanguíneo, disminuye la presión arterial y se incrementa algo la temperatura corporal.
Hay también síntomas propios de este periodo, como son las náuseas y los vómitos moderados, especialmente matinales. Estos se mantienen habitualmente hasta cumplir tres meses (13° semana), donde comienzan a declinar. Es normal que existan, pero también es posible que la embarazada no los sienta en ningún momento y depende mucho del equilibrio psicológico de la mujer y su entorno.
Cuando existe un cuadro de vómitos exagerado, puede comprometerse el estado general y llevar a situaciones de deshidratación que ameritan, incluso, una hospitalización.
Esto se denomina Hiperémesis Gravídica, y en general, se da con mayor frecuencia cuando hay situaciones hogareñas difíciles con tensión familiar, en que la futura mamá busca mayor atención. No es la única causa, por supuesto, y hay que descartar patologías medicoquirúrgicas. Habitualmente se soluciona a fines del tercer mes.
A partir del inicio de este mes (5° semana de embarazo) hasta mediados del tercer mes (semana 10 de embarazo), existe el mayor riesgo de teratogénesis (malformaciones del feto) secundarias a factores ambientales, entre ellos, medicamentos, drogas y exposiciones a productos químicos.
Si todo va bien, como ocurre en la gran mayoría de los casos, se recomienda hacer los controles médicos mensualmente hasta las 37 semanas de embarazo, y de ahí en adelante semanalmente hasta el parto.
CARA DEL EMBRIÓN DURANTE LA CUARTA SEMANA DE DESARROLLO
Comienzo de la cuarta semana
Mitad de la Cuarta Semana
Final de la cuarta semana
ESQUEMA DE LA CARA FETAL A LAS 6-7-8 SEMANAS
Via: www.alemana.cl
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