La bronquiolitis
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noviembre 19, 2013
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¿En qué consiste?
La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria causada por un virus. La infección produce hinchazón de los bronquiolos (los bronquios más pequeños de las vías respiratorias). Al estar inflamados, el aire entra con dificultad en los pulmones y, sobre todo, le cuesta salir. Como la expulsión del aire es cada vez más difícil, el pulmón se va llenando de aire y el tórax se distiende.
¿Cuáles son los síntomas?
El proceso se inicia como un catarro común, con secreción nasal y tos ligera. A los dos o tres días en algunos bebés aumenta la tos, aparecen sibilancias (un sonido como un silbido al respirar) e incluso dificultades respiratorias, con aumento de la frecuencia y tórax distendido. También pueden tener fiebre, aunque este síntoma no siempre aparece. A las 72 horas mejoran bastante las dificultades respiratorias.
¿A qué niños afecta?
Se da sobre todo en los niños menores de dos años. La mayor parte de los niños infectados por el VSR solamente padecen un ligero resfriado. Sin embargo, en los lactantes es más probable que aparezca la bronquiolitis en toda su extensión. Esto se debe a que sus vías aéreas son estrechas y se bloquean con facilidad cuando se inflaman. Por eso la bronquiolitis es más grave en los menores de seis meses y en especial en los recién nacidos (menores de un mes), así como en los prematuros con problemas respiratorios al nacer.
¿Cómo se contagia?
El VSR se propaga por contacto con las secreciones (gotitas de saliva que salen al toser o estornudar) de la persona infectada. También puede vivir en superficies como juguetes, ropa o manillas de las puertas. Es muy contagioso, a menudo se extiende como la pólvora en familias, guarderías y salas de hospitales. En parte puede prevenirse con un cuidadoso lavado de manos del enfermo y el cuidador.
¿Pueden quedar secuelas?
Casi la mitad de los lactantes pequeños que han padecido bronquiolitis, en especial en los primeros tres meses, sufren de asma cuando tienen infecciones respiratorias agudas durante los dos o tres primeros años.
¿Cuándo acudir al médico?
Hay que ir al servicio de urgencias:
cuando el bebé es menor de tres meses;
si tiene fiebre que dura más de tres días;
si tiene dificultad respiratoria (respira más deprisa de lo habitual);
si su piel se pone morada, en especial alrededor de los labios.
Hay que consultar al pediatra:
ante la aparición de los primeros síntomas si fue prematuro
si tiene una enfermedad del corazón
si el bebé está sano pero un hermano u otro miembro de la familia está enfermo.
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