Haga frío o calor, lleva su cabecita cubierta con un gorrito.
Procura que no le dé el sol directamente.
Elige zonas tranquilas y sin mucha contaminación.
Lleva siempre una mantita extra por si refresca.
Evita los locales ruidosos y muy concurridos.
El paseo diario con el bebé beneficia a nuestro pequeño y además, le encanta. Se desaconseja salir con el bebé a la calle si llueve o nieva mucho y hace un viento muy desagradable. Pero, si sólo hace un poco de fresco como en las tardes de otoño, las mantitas ligeras nos ayudan a que nuestro hijo vaya calentito y confortable.
Estas mantitas son un complemento imprescindible también en casa, especialmente en los primeros meses de vida del bebé. Lo mismo sucede con los edredones y fundas nórdicas para la cuna: abrigan al bebé y le reconfortan con su suave tacto.
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