Secretario general del Defensor del Menor, afirmó que entre un 5% y un 10% de los alumnos de centros educativos españoles sufren acoso y que este no es un problema escolar, si no social y que se manifiesta en las aulas porque es donde más tiempo pasan los menores. En este contexto ha explicado que el acoso escolar “no se trata de un problema de la escuela o de su organización, si no de una sociedad que durante años ha estado visibilizando que la chulería, la arrogancia y el pasar por encima de los demás es una manera de estar en la vida que te hace triunfar”, además, ha aclarado que el niño que acosa en la escuela es un niño que falta al respeto constantemente y que si se permite que continúe con ese tipo de conductas se comportará siempre de la misma manera ya que es la forma en la que ha aprendido a interpretar la vida.
Asimismo, el problema aumenta de gravedad si se tiene en cuenta que los niños acosados se pueden volver acosadores ya que ellos mismos reconocen que prefieren ser regañados por padres y profesores que ser el objetivo de todas las críticas.
Por otro lado el presidente de la Asociación contra el Acoso Escolar Alebrije, Juan Linares, ha recordado que este problema va en aumento con el desarrollo de las redes sociales y la presencia de los niños en internet; antes el niño podía ser acosado en el colegio pero cuando volvía a casa o se iba de vacaciones esa presión paraba y sin embargo, ahora con el acompañamiento constante de los medios telemáticos, este acoso no para sino que se perpetúa mediante el ciberbullying, por lo que, según sus palabras, “tenemos que concienciarnos de que es una realidad, ya que muchas veces es silencioso, pero también silenciado”.
Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva, presidente de la Asociación Nacional para la Prevención del Acoso Escolar, asegura que muchos padres también tienen problemas para demostrar el acoso que sus hijos sufren porque desde los centros escolares les aseguran que es algo únicamente puntual, “sin embargo, el acoso escolar crece como una bola de nieve y si no se ponen medios, se incrementa”. Además explica que el acoso aumenta entre los seis y los diez años hasta un 40% pero que no es tan visible porque, al no ser tan físico, es más difícil de detectar. Igualmente, este profesional denuncia que a día de hoy “falta formación integral que no se limite a crear un protocolo a un centro escolar sin que nadie vea si eso se lleva a cabo bien, en tiempo y forma”. “Desde muchos centros nos llaman profesores para decirnos que se ven sin herramientas para actuar y padres que aseguran que hasta que no se les explica la sintomatología del acoso, no se dan cuenta de que su hijo lo sufre desde hace tiempo”, ha asegurado. Y es por todo esto que los expertos consideran que la formación de los docentes debe ser también desde la parte emocional: “hacen falta más orientadores, e incluso tal vez determinados institutos necesiten más de un orientador” ha declarado Arancha Ventura, representante de la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos.
Por otro lado es importante hacer hincapié en que la responsabilidad de este problema es de los adultos ya que somos nosotros el modelo para los menores y tenemos un papel fundamental a la hora de valorar qué es lo que estamos transmitiendo, por ese motivo, Arancha Ventura declara que “hay que trabajar en la convivencia, fomentar la formación de todos los agentes implicados y la participación de toda la comunidad educativa para resolver este problema”.