El Papel Del Padre Con Las Hijas
Por -
agosto 23, 2015
0
Para una mujer el padre es el hombre más importante de su vida, su primer amor, su primer representante del sexo opuesto. Está comprobado que ellas siempre buscan conocer la opinión de sus padre ante cualquier decisión que tomen, aunque no lo digan abiertamente y a veces lo nieguen. El padre ayuda a la construcción de la identidad de la mujer a la hora de validarse y de respetarse a si misma. La autoridad del padre es diferente a la de la madre; no más, ni menos, sino distinta.
¿Las nuevas generaciones de mujeres siguen buscando un esposo a imagen y semejanza de su padre o eso ha cambiado un poco?
No. Eso es natural. Una mujer busca a su compañero de vida muy semejante a su padre, especialmente basada en las cosas buenas que recibió de su papá en la niñez y en la adolescencia.
¿Y qué sucede cuando ellas no han tenido la figura paterna presente?
La problemática de la madre adolescente sucede porque un gran porcentaje de estas niñas no tuvieron una figura paterna, son hijas de madres solteras...
Pero esa no es la única razón de los embarazos a temprana edad...
Por supuesto que no, pero hay bastantes estudios en el mundo en los que se habla de esa realidad. Aquí en Colombia por ejemplo, Liliana Villarraga, investigadora que trabajó con la Universidad Nacional por mucho tiempo, escribió un libro muy interesante que se llama ‘Presencia y pertenencia paterna en la familia’, y en este dice que el embarazo adolescente es hambre de padre. Así lo denomina ella.
¿Por qué atribuirle el embarazo adolescente al ‘hambre de padre’?
Es que ellas no están buscando un embarazo, un hijo, sino una figura masculina que les de seguridad, que las llene el vacío afectivo por la falta del padre. Cuando una mujer escoge a un hombre se basa en las actitudes y cualidades que vio en su padre. Pero cuando no lo hay, ella no sabe muy bien con qué pautas escoger a su pareja. Quiere un buen padre para sus hijos, pero no sabe qué es un buen padre. Por eso hay muchas crisis matrimoniales también, por mujeres que se casan sin saber bien qué es un buen esposo, pues solo han convivido con su mamá.
Pero también se da el caso de padres que, sin haberse marchado de casa, permancen ausentes en la vida de sus hijas. ¿No es lo mismo que si crecieran con sus madres solas?
Eso es dramático. Todo niño que crece en un hogar bueno, regular o malo, piensa que ese es la pauta de normalidad. Por ejemplo, cuando una niña presencia el irrespeto de su padre hacia su madre, crece creyendo que eso es lo normal, que eso es un esposo, y repite esas pautas como si fueran fotocopias.
No podemos generalizar ni caer en determinismos tontos, pero lo que muestra la realidad es que esos esquemas de violencia intrafamiliar e irrespeto tienden a repetirse, la mayoría de las veces, en las familias de las hijas.
Por eso las mujeres deben tener mucho cuidado cuando escogen un padre para sus hijas. Si el padre es incompetente, significa que ellas tomaron una mala decisión al elegirlo. Las mujeres deberían ser más reflexivas y menos ingenuas a la hora de pensar en matrimonio y en tener hijos.
¿Con qué otras carencias crece una mujer ante la falta de papá?
No estoy hablando de una catástrofe en la vida familiar por el hecho de que no se crezca con el padre biológico o no se tenga una figura paterna. Pero sí es evidente, en la edad adulta, que se crece con vacíos peligrosos, como las inseguridades emocionales. Eso implica matrimonios prematuros y relaciones de pareja no tan sanas. El vínculo de una mujer con su padre es determinante en su autoestima y en el tipo de hombre que escogerá como pareja.
En el caso de la ausencia del padre, ¿qué debe hacer una madre?
Es importante que en la vida de una niña haya una figura masculina que haga las veces de papá. Alguien que esté dispuesto a reaccionar ante ella como reaccionaría un papá.
¿Cuáles son los errores más frecuentes que cometen los papás en la crianza de sus hijas?
El más importante es marginarse, no intervenir en la crianza de las hijas, dar por hecho que de las hijas se encarga la mamá. Eso es fatal. Para las hijas es muy importante que el papá intervenga como papá. Otro error muy recurrente es que los papás dan por hecho que con estar ahí es suficiente, pero nunca hablan con sus hijas, no saben lo que ellas sienten, les cuesta incluso darles un abrazo, decirles que se sienten orgullosos de ellas, que son mujeres valiosas.