Ansiedad de Separación
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abril 28, 2014
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Todo niño experimenta la necesidad de tener a sus padres cerca. Apenas nacen, su instinto les lleva a aferrarse a la madre ya que, de cierta forma, saben que la necesitan para sobrevivir. A medida que crecen y se dan cuenta de que son una persona independiente, comienzan a tener miedo cuando los padres se alejan. Se trata de un temor normal que afecta al 4% de los pequeños y en el ámbito de la Psicología se conoce como “ansiedad de separación”.
Las causas que provocan la ansiedad de separación en el niño de 36 meses son diversas aunque normalmente este comportamiento se ha asociado con un estilo educativo sobreprotector. En estos casos, los padres suelen mantenerse muy atentos al niño y coartan su libertad, por lo que terminan generando una gran inseguridad. Como resultado, el pequeño se suele sentir indefenso e incapaz de hacer las cosas sin la ayuda de los padres, le atemoriza quedarse solo y experimenta una gran ansiedad cuando no tiene cerca la figura que le transmite confianza.
Como podrás suponer, reconocer la ansiedad de separación no es muy complicado. El primer signo se manifiesta cuando los padres se alejan del pequeño y este comienza a agitarse. Lo más usual es que irrumpa en llanto, muestre una tristeza profunda o incluso comience a temblar. Otros niños corren inmediatamente hacia el lugar donde creen que se encuentra el padre o la madre y aunque el cuidador intenta calmarlos, le resulta difícil conseguirlo.
Sin embargo, la ansiedad de separación no es un problema que se presenta únicamente en el momento en el que los padres se alejan del niño. También se suele acompañar con fantasías muy elaboradas que versan sobre la desaparición de los padres. A los 36 meses la imaginación de los niños es muy fértil, por lo que es importante que te mantengas atenta a cualquier cosa que diga sobre este tema para que le pongas coto inmediatamente a este tipo de pensamientos.
Algunas estrategias muy eficaces para enfrentar este problema son:
Antes de distanciarte del pequeño, explícale que será algo temporal, que regresarás a buscarlo lo más rápido posible. Eso lo tranquilizará y disminuirá su temor a que puedas abandonarlo. Explícale que le quieres mucho pero que en ese preciso momento necesitas salir y él no te puede acompañar.
Practica el distanciamiento en casa; es decir, deja al pequeño jugando en una habitación mientras cocinas o limpias el jardín. La idea es que vayas potenciando su autonomía y confianza para que aprenda a quedarse solo o con otras personas.
Antes de separarte del niño, asegúrate que haya comido y esté relajado. Recuerda que cuando los pequeños se sienten incómodos y están irritables, se muestran menos flexibles y les costará más trabajo aceptar la separación.