Maneras de Decirle Te Quiero al Bebe que Viene en Camino

chino bravo
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No hace falta esperar a que el bebé nazca para contarle cuánto le queremos. El vínculo con nuestro hijo comienza en el embarazo, e incluso antes, cuando empezamos a soñar con él.


Mimo-Aroma
Si has comido en un restaurante indio o vietnamita y probaste algo picante, tu bebé también se deleitará: alrededor de una hora después, los aromas fuertes, como el del curry, “sazonan” el líquido amniótico. Las moléculas de las especias transitan a través del cordón umbilical y llegan directas al cuerpo del feto. Y pronto su piel cede algo de este aroma al líquido amniótico. Solo un poco, pero perceptible para el bebé, que disfruta con esa sensación.

En torno a la 20ª semana de gestación ya se han formado las células olfativas en la mucosa nasal, las receptoras de los aromas. A ello se suma la abundancia de sabores que puede captar el feto con su lengua y su paladar, ¡alrededor de tres veces más que un gourmet adulto! Ese completo aparato gustativo sólo espera ahora ser estimulado.

La mano de mamá
Estás sentada en una reunión, totalmente concentrada en tu trabajo, ¡y de pronto tu pequeño se hace notar! Automáticamente, acaricias tu tripita en la zona donde el bebé ha empujado. Aunque no creas en la medicina natural, a través de tu mano transmites un flujo de energía al feto, que siente tu cercanía y cariño. Y es que no hay nada más importante para el pequeño que tú.

Papá, presente con las ecografías
Ver al bebé es posible con una ecografía. Lo más bonito es verlo juntos. Ya en los primeros momentos, cuando el futuro padre no puede sentir nada desde fuera, surge a través del monitor un vínculo fuerte con su bebé, por lo que se le hará menos extraño hablar al vientre de su pareja.

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