La LLegada Del Bebe A Casa

M. Bravo
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¿Qué hacer cuando aparecen los celos?

La llegada de un bebé suele absorber gran parte del tiempo. Por ello, la mascota puede interpretar que cuando el bebé está delante no se le hace caso y puede que comience a ver al bebé como un competidor, apareciendo así los celos. Para combatirlos hay que seguir una serie de reglas:

- Si el bebé está presente, debéis prestar atención también a vuestra mascota. Todos los juegos, caricias y golosinas deben ser entregados en presencia del niño.

- Si el bebé no está, debéis, de forma deliberada, reducir el grado de caricias y atenciones al animal.

Ahora el aprendizaje de nuestro perro será:

... cuando el bebé está delante, me hacen caso y me divierto como siempre.

... cuando el bebé no está, me aburro y ellos me ignoran.


Las 5 claves para una buena convivencia

1- Realizar los preparativos con antelación.

2- Actuar con calma.

3- Presentar al bebé a vuestra mascota de forma gradual.

4- Supervisar a ambos en todo momento.

5- Conseguir que vuestra mascota relacione la presencia del bebé con cosas positivas.


La educación del niño

Según muchos especialistas la convivencia con un perro es muy beneficiosa ya que contribuye a la educación de un niño más sociable y responsable.

1) Los primeros años

Estos primeros años son los más difíciles para la convivencia entre el bebé y la mascota, ya que el niño no está preparado para hacer frente a la responsabilidad que supone tener una mascota. Todavía no entiende que los animales tiene capacidad sentir dolor y sufrir. El niño tratará a tu mascota como un juguete más, al que sin querer puede hacer daño al tocarle la cabeza, los ojos y las orejas.

Los agudos gritos del niño pueden excitar a la mascota y ponerle nervioso. Aunque tu mascota adore al bebé, es necesario poner unos límites cuando ambos comparten juegos y enseñar al niño a tratarlo bien. Leer libros sobre animales puede ayudarle a entender que también tienen sentimientos y que le puede hacer daño.

Es fundamental enseñarle a acariciar a tu mascota, ya que hasta los 2 o 3 años el niño conoce su entorno fundamentalmente a través del tacto. Al ver al animal, intentará acariciarlo, palpar su piel y su pelo:

No debéis inquietaros porque vuestro perro lama al niño. Si el primero está en buenas condiciones higiénicas y de salud, no existe motivo de preocupación.

Es importante enseñar al niño qué zonas del animal no conviene tocar y qué fuerza debe aplicar.

Si utiliza una fuerza excesiva, apartaremos su mano y le enseñaremos, cogiendo su mano con la nuestra, cómo acariciarle con mucha suavidad.

Si bien la comprensión verbal del niño a estas edades es limitada, es recomendable explicarle qué es todo aquello que ve y que toca.

2) La convivencia

Pasados estos primeros años, el niño es lo suficientemente mayor como para manejarse con la mascota. Debes enseñarle a no molestarla cuando duerme o come, no jugar a perseguirla ni nada que implique hacerle daño.

Es beneficioso que tu hijo te ayude en el cuidado de la mascota. Enséñale a darle de comer, sacarlo a pasear, cambiarle la arena si es un gato…

También debes enseñar a tu mascota a comportarse, a no mordisquear los objetos, a obedecer todas las órdenes, a controlarse. De esta manera conseguirás que paséis ratos muy buenos jugando todos juntos.

Via: www.todopapas.com

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